A pesar de que es mucho menos popular que la Fórmula 1, el World Rally Championship o WRC se ha posicionado como uno de los eventos del motor más interesantes que pueden verse hoy en día. Tiene todos los ingredientes para crear una experiencia única en la que podrás disfrutar del mundo del automóvil en todo su esplendor: grandes coches, grandes pilotos y espectáculo. Como imagino que esto no es suficiente para convenceros, aquí os dejo un lista con las 6 razones por las que deberías ver una prueba del World Rally Championship al menos una vez en tu vida, basadas en mi propia experiencia en el Rally RACC de Cataluña que ha tenido lugar recientemente.
1. Hay un gran ambiente
Una de las cosas más destacadas del WRC es el ambiente de pasión por los coches que se respira. Al fin y al acabo, hay que tener en cuenta que el acceso a los tramos en muchas ocasiones es complicado y requiere que los aficionados se levanten a hora intempestivas y recorran distancias considerables para encontrar el mejor sitio. Como no es un «sacrificio» que todo el mundo esté dispuesto a realizar, lo más habitual es que te encuentres con personas que sienten una verdadera afición por los rallyes y los coches. Es fácil incluso conversar con los comisarios y otros miembros de la organización, ya que muchos son simples aficionados que se han ofrecido voluntarios para ayudar.
2. Estás cerca de los coches
En cualquier otro deporte de motor (F1, Moto GP, Fórmula Drift etc.) lo más habitual es que el espectador visualice la carrera desde una grada situada detrás de una valla, que a su vez se encuentra a varios metros de distancia de los automóviles que están compitiendo. De hecho, a no ser que nos hagamos con un pase especial, resulta casi imposible ver a las máquinas de cerca, incluso cuando están paradas. Pero el rallye es otra cosa. Aquí los pilotos pasan a escasos metros de ti (a veces a menos distancia de la recomendada, ya que algunos no son capaces de respetar las reglas), lo que le da un plus a la modalidad ya que, en cierto modo, te sientes parte del espectáculo.
3. Es puro espectáculo
Saltos, derrapes, accidentes, petardazos, motores al corte… Todo esto y mucho más podrás ver en cualquier de las pruebas del Campeonato del mundo de Rallyes, por lo que el espectáculo está siempre garantizado. Cierto es que no hay adelantamientos, pero os aseguro que esto no impide que la carrera siga siendo emocionante. Cualquier despiste o altercado puede hacer variar totalmente la clasificación, por lo que hasta el último día suele ser complicado saber quién va a ganar. Por otro lado, también está el hecho de que los mecánicos de los equipos tienen que preparar el coche a contrareloj para los tramos siguientes, y lo mejor de todo es que puedes verlo a escasos metros en el parque de asistencia. Resulta increíble ver la velocidad a la que trabaja esta gente.
4. Hay más de un «circuito»
Esta creo que es una de las características más interesantes del World Rally Championship. Los campeonatos que tienen lugar en circuitos se desarrollan únicamente en un mismo emplazamiento, que siempre tiene el mismo trazado y, además, la carrera transcurre en un único día (si no tenemos en cuenta los entrenamientos). En cambio, las pruebas del WRC duran aproximadamente un fin de semana y están compuestas por varios tramos, que en muchas ocasiones no tienen ni siquiera el mismo tipo de terreno. Un claro ejemplo de esto es el Rally de Cataluña, donde los recorridos son de asfalto o de tierra, lo que sin duda contribuye a que el campeonato sea más entretenido.
5. Verás a pilotos increíbles
Los rallyes son una disciplina muy exigente y que requiere de unas grandes habilidades al volante. Pero no solo eso, ya que los pilotos se juegan la vida en cada una de las pruebas, por lo que también es necesario «tener un buen par». No digo que el resto de pilotos de otros deportes no merezcan respeto, porque claramente lo merecen, pero para mí lo que hacen los competidores del WRC está a otro nivel. Conducir en un circuito a 300 km/h tiene mucho mérito, pero pilotar en una carretera de montaña que está destinada al tráfico normal a 200 km/h es una verdadera locura. Si a esto añadimos superficies deslizantes como la nieve, que a los lados de la carretera hay árboles, rocas o acantilados y que la probabilidad de accidente es bastante elevada, creo que la conclusión que se puede sacar resulta especialmente sencilla.
6. Es gratis
La última razón por la que deberías ver una prueba del World Rally Championship al menos una vez es que es gratis. En mi opinión no es la razón de más peso, ya que creo que mercería la pena pagar una entrada, pero está claro que tiene cierta importancia. Así, el WRC es el evento idóneo si tienes un presupuesto limitado. De hecho tanto en España como en Latinoamérica lo tenemos fácil, dada la cercanía de algunas de las pruebas (Rally de Cataluña y Rallye de Montecarlo para los residentes en España; Rally de México y de Argentina para los latinoamericanos). Mi recomendación es que te juntes con algunos amigos y organicéis el desplazamiento juntos, para repartir los gastos. En muchas ocasiones, todo el viaje podría incluso salir más barato que comprar una entrada para ver un Gran Premio en un circuito.
