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Henri Toivonen: La historia de un mito de los rallyes

Henri Toivonen: La historia de un mito de los rallyes

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El 2 de Mayo de 1986 es, con seguridad, una de las fechas más significativas de la historia de los Rallyes. No solo fue el principio del fin de la era de máximo esplendor de este deporte, sino que es una de esas fechas que pasan al recuerdo porque se relacionan con grandes tragedias. Y es que aquel día perdió la vida uno de los pilotos más prometedores del Campeonato del Mundo de Rallyes: Henri Toivonen. Pero antes de hablar de esto, volvamos un poco atrás y conozcamos mejor a esta figura llamada a convertirse en leyenda.

De los circuitos a los tramos de rally

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Imagen: WRC

La historia de «Toivo» comienza a principios de los años sesenta, cuando se introdujo en el mundo del karting a pesar de haber nacido en Jyväskylä, la ciudad que acoge el WRC desde 1951 y de ser hijo del piloto de rally Pauli Toivonen. De hecho, no pudo iniciarse en esta modalidad hasta después de cumplir los 19 años, ya que la legislación finlandesa limitaba la velocidad en carrera para conductores nóveles a 80 km/h por hora.

Su debut en el Mundial de Rallys llegó así en 1975, cuando participó en la prueba de su tierra natal a bordo de un Simca Rally 2 acompañado por su copiloto Antero Lindqvis. No fue el inicio deseado, porque tuvo que retirarse durante la 36ª etapa debido a una avería. Su siguiente rally no llegó hasta dos años más tarde, también en el Rally de los 1000 Lagos, cuando se inscribió para correr con un Chrysler Avenger. Terminó quinto, y eso que en aquel momento seguía intentando desarrollar su carrera en los circuitos.

Su carrera en el WRC

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Equipo Talbot Sunbeam Lotus 1981 (Henri Toivonen,Paul Gallagher,Guy Fréquelin,Jean Todt)

La primera temporada de Toivonen como piloto de un equipo en el WRC llegó en 1980, cuando se incorporó al Talbot Sunbeam Lotus, aunque en realidad se trataba de un año de prueba. No obstante, comenzó el año ganando el Rally Ártico y después participó en cuatro pruebas del WRC. Un dato curioso es que el equipo le cambió tres veces de copiloto a lo largo de la temporada, ya que su exuberante forma de conducir le llevó a tener varios accidentes y sus resultados no reflejaban realmente sus capacidades. A pesar de todo, y desafiando a cualquier pronóstico, ese mismo año ganó el Lombard RAC Rally (Rally de Gran Bretaña) con una ventaja de 4 minutos sobre Hannu Mikkola, convirtiéndose en el piloto más joven de la historia en ganar una prueba del Mundial a la edad de 24 años y 86 días. Este récord se mantuvo intacto hasta el año 2008, cuando fue batido por su compatriota Jari-Matti Latvala.

Los resultados de Henri durante su primer año le dieron la oportunidad de renovar una temporada más con el equipo Talbot. Por desgracia, su Sunbeam Lotus del Grupo 2 era menos competitivo que los coches del Grupo 4 o el todopoderoso Audi Quattro y su tracción en las cuatro ruedas. Aun así, su segundo puesto en el Rally de Portugal y Sanremo y su quinta posición en el rally de Montecarlo le permitieron quedar séptimo en el campeonato de pilotos y a Talbot ganar el campeonato de constructores –gracias, principalmente, a los resultados de Guy Fréquelin–.

Opel-Manta-400-Henri-Toivonen

En 1982, el piloto finlandés pasó a formar parte de las filas del equipo Rothmans Opel, co-dirigido por David Richards. Sus compañeros de equipo eran nada más y nada menos que Ari Vatanen, Walter Röhrl y Jimmy McRae –padre de Colin–. Durante ese año solo participó en cuatro carreras del WRC, subiendo al podio en el Rally Acrópolis y el RAC Rally gracias a su Ascona 400. Un año más tarde renovó con el equipo del modelo alemán, aunque esta vez para pilotar un Opel Manta 400 del grupo B –que poco tenía que hacer contra el Audi Quattro A2 o el Lancia 037–. Fue un campeonato igual de irregular que el anterior, del que podían destacarse su sexto puesto en el Rally de Montecarlo y su cuarto puesto en San Remo.

Después de un palmarés compuesto por diez pruebas, dos podios, tres top seis y cinco abandonos, Toivonen dejó Opel para unirse a Prodrive y conducir el Porsche 911 SC RS patrocinado por Rothmans para el Campeonato Europeo de Rally. Esta fue la temporada de su despegue, porque fue un verdadero éxito: ganó cinco pruebas seguidas y quedó segundo y tercero en otras dos. No obstante, una serie de hechos relacionados con el contrato que Henri tenía con Lancia para el WRC y una posterior lesión de espalda que le tuvo en reposo dos meses llevaron a que terminase segundo en el ERC.

Henri-Toivonen-en-su-Porsche-Rothmans

Junto con las pruebas del campeonato europeo, Toivonen participó en algunas del mundial de la mano de Lancia y su 037. Los resultados fueron muy dispares en los cinco rallys en los que participó, pero en aquel momento su conducción ya destacaba por encima del resto. Como anécdota personal, decir que tengo un familiar cercano que le vio varias veces en directo y que siempre ha sostenido que el finlandés era uno de los pilotos más espectaculares que han existido. Suele comentar que nunca se le olvidará una vez que le vio pasar justo delante de él con el coche tan cruzado que «Toivo» tenía que mirar por la ventanilla de su izquierda para ver la pista. No sé vosotros, pero yo me emociono solo de pensarlo.

En 1985 Lancia firmó un contrato con Toivonen para que este se incorporara como piloto oficial del WRC los dos años siguientes. No le fue muy bien con el 037, porque no encajaba del todo bien con su estilo de conducción. Además, era un coche tracción trasera de 325 cv que poco podía hacer contra los Peugeot de 440 cv y los Audi de 500 cv con tracción integral. Al final de la temporada, el equipo cambió el coche por el Lancia Delta Integrale S4 para correr el RAC Rally. Y fue un exitazo. Toivonen ganó el rally y terminó sexto en la clasificación general de pilotos.

Temporada 86′ y el Rally de Córcega

Toivonen-en-Estoril-Lancia-Delta-S4

La temporada 86′ empezó fuerte para Toivonen y su copiloto Segio Cresto. Ganaron de forma aplastante en el Rally de Montecarlo, lo que sirvió para que posicionasen al finlandés como un claro aspirante al título. Por desgracia, tuvo que retirarse del Rally de Suecia por un fallo del motor y no participó en el de Portugal tras el accidente de Joaquim Santos, en el que murieron tres personas. Hay una historia curiosa relacionada con este rally y es que se dice que Henri aprovechó que se encontraba en Portugal para entrar al circuito de Estoril con el Delta S4. Al parecer, consiguió un tiempo que le hubiese colocado sexto en la parrilla de salida del Gran Premio de Portugal de F1. Esto nunca se ha llegado a confirmar del todo, pero hay cierto datos que apuntan a que es cierto.

A pesar de los contratiempos de la temporada, el joven finlandés siguió siendo el favorito para alzarse con el título. Hasta que llegó el Rally de Córcega. Antes de explicar lo que pasó, es importante entrar en contexto. En primer lugar, se trata de una de las pruebas más exigentes del mundial porque se desarrolla en carreteras de montaña muy estrechas y sinuosas. En segundo lugar, Toivonen no solo llegaba a la competición algo impaciente por haber perdido el liderazgo del campeonato, sino que venía de pasar un gripe y al parecer estaba medicado para bajar la fiebre.

Toivonen-en-el-Rally-de-Corcega-del-86
Toivonen junto a su Lancia en el Rally de Córcega del 86

Aunque las condiciones no eran las mejores, nuestro protagonista ganó una a una las diferentes etapas y se colocó como líder provisional de la prueba. No obstante, en unas declaraciones entre tramos comentó que los 600 cv de Lancia eran demasiados para ese rally. Sus compañeros del Grupo B estaban de acuerdo, pero todo siguió su curso. Después, justo antes de iniciar la etapa nº 18, hizo las siguientes declaraciones en un entrevista –que se convertirían en su últimas palabras–: «Hoy hemos recorrido más distancia que la total del Rally de los 1000 lagos. Después de cuatro horas de manejo es difícil mantener el ritmo. Es imposible correr aquí con un coche moderno como este. Es agotador y difícil mantener la concentración».

El misterioso accidente de Henri Toivonen

Accidente-Henri-Toivonen

Poco tiempo después de las declaraciones, el Lancia de Toivonen y Cresto se salía de la pista en el kilómetro siete de la etapa nº 18 del Rally de Córcega, en una curva de izquierda sin guardarraíl. El coche cayó por un barranco y estalló en llamas, lo que eliminó cualquier posibilidad de supervivencia de los ocupantes, que no hubiesen tenido tiempo de salir. El coche quedó completamente desintegrado y totalmente irreconocible. Tanto Henri como Segio murieron en sus asientos con 29 y 30 años de edad respectivamente.

A día de hoy, el accidente sigue siendo un misterio. Aunque se recuperaron algunas imágenes de aficionados, resultó imposible determinar cuál fue la causa del accidente. Cuando los equipos de emergencia llegaron a la escena, lo único que pudieron hacer fue apagar las llamas, pero resultó imposible recoger pruebas. También llamó la atención que algunas personas confirmaron que no había marcas de deslizamiento en el asfalto. A esto se sumaron las declaraciones de Malcom Wilsom, que afirmó a «Motorsport News» que Toivonen había sufrido varias pérdidas de conocimiento repentinas desde su accidente en Costa Esmeralda el año anterior. Esto llevó a que se especulara acerca de un posible desmayo como causa del accidente, pero nunca se llegó a confirmar esta teoría.

Otro punto del que se habló mucho fue el hecho de que el coche explotara. Aunque estamos muy habituados a que los vehículos se incendien en las películas, es algo menos probable de lo que parece. Existen varias teorías al respecto, pero hay una que dice que el Delta S4 de Toivonen y Cresto (así como el resto de coches del campeonato) almacenaba óxido nitroso dentro de los tubos del chasis. Sí, exacto, se cree que los ya brutales Grupo B utilizaban este gas para mejorar el rendimiento. Una verdadera locura, teniendo en cuenta que tenían potencia más de que sobra.

El fin del Grupo B

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La muerte de una de las grandes promesas del automovilismo fue el detonante que llevó a que se pusiera en entredicho a una de las categorías más increíbles que ha vivido el mundo de los rallys. Poco después de que se confirmara el fallecimiento de Toivonen, la FISA prohibió el Grupo B para la siguiente temporada. También se canceló el Grupo S y los fabricantes tuvieron que quedarse con los prototipos que habían preparado para competir con la nueva categoría. Con el tiempo, se demostró que las reacciones de los pilotos eran demasiado lentas para las velocidades que alcanzaban estas espectaculares máquinas. Siempre hubo gente que no estuvo de acuerdo con esta prohibición. John Davenport, ex piloto de rally, afirmó en su momento que el grupo B había que domesticarlo y que el peligro no estaba en los coches en sí, sino en el tanque de combustible utilizado y en las multitudes que se aglomeraban en los tramos.

Henri Toivonen estaba llamado a ser una leyenda de los Rallyes. No tuvo tiempo de ganar ningún mundial, pero son muchos los que coinciden en que lo tenía todo para dejar huella. Al igual que Senna, murió antes de lo debido, y por esa razón se convirtió en un mito que merece la pena recordar, incluso por los que no pudimos disfrutar de su habilidad en vivo.

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