Esta semana estamos de presentaciones. Después de la llegada del nuevo hypercar eléctrico de Lotus, toca hablar de uno de los coches que más expectativas ha generado en los últimos tiempos (superando incluso las del nuevo Toyota Supra): el nuevo Chevrolet Corvette C8 Stingray con motor central.
Así, nos encontramos ante una de las novedades del año y no es para menos, ya que el buque insignia de General Motors ha cambiado radicalmente su configuración. Desde Chevrolet afirman que «la disposición tradicional del motor –en la parte delantera– había alcanzado sus límites de rendimiento, por lo que era necesario introducir un nuevo diseño». Mark Reuss, presidente de GM, ha asegurado también que «en términos de confort y diversión, sigue siendo un Corvette, pero la sensación de conducción es mejor que la de cualquier otro vehículo en la historia de Corvette.»
Pero el cambio no llega únicamente a nivel estructural, sino que también es notable desde el punto de vista estético. La esencia Corvette sigue estando ahí, pero hay varios detalles que lo convierten en un coche completamente nuevo. La cabina se ha rediseñado por completo y está inspirada en los aviones de combate F22 y F35, además de tener algún que otro toque proveniente de la Fórmula 1. También hay que destacar las inmensas tomas de aire laterales, que tienen un finalidad tanto aerodinámica como de refrigeración. Por último, hay que mencionar que la trasera también se ha rediseñado, como ya os comentamos en esta noticia.
El motor no es solo protagonista por su ubicación, si no también porque se trata de un motor completamente nuevo dentro de la familia Corvette. Es una evolución del V8 «LT1» de 6.2 litros atmosférico de la anterior generación. Esta versión, que han denominado «LT2», desarrolla 495 CV y 637 Nm. Así, el Corvette Stingray 2020 pasa de 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos, convirtiendo sus 1530 kg en algo totalmente desdeñable.
El nuevo motor LT2 envía la potencia a las ruedas trasera a través de una transmisión automática de ocho velocidades y doble embrague que se utiliza por primera vez dentro de la marca. También se han introducido nuevos modos de conducción, además de los ya conocidos Weather, Tour, Sport y Track. Por un lado, estará la opción de configurar diferentes parámetros de conducción a nuestro gusto (a esto lo han denominado de forma original MyMode) y, por otro lado, podremos escoger el modo «Z», que permite modificar los ajustes del motor y la transmisión como nosotros queramos.
Si todo lo que os hemos contado hasta ahora os parece poco, entonces es importante mencionar que Chevrolet ofrece la opción de incorporar el pack Z51 al nuevo Corvette, que incluye frenos más grandes, un mejor sistema de refrigeración, así como un sistema de escape más deportivo y de mejor rendimiento. En este pack también se ofrecen unos neumáticos Michelin Pilot Sport 4S, en caso de que los Michelin ALS all-seasons nos sepan a poco.
Para terminar, también podemos configurar el interior para adaptarlo a nuestras necesidades. La marca norteamericana plantea la posibilidad de escoger entre tres tipos diferentes de asientos: los GT1, que están centrados en el confort; los GT2, que son para aquellos que buscan un poco más de acción; los Competition Sport, reservados para aquellos que quieren darle «caña» al circuito.
Los precios todavía no han sido anunciados de forma oficial, pero se espera que el Chevrolet Corvette C8 Stingray se encuentre por debajo de los $60.000. También se cree que más adelante la compañía presentará una versión con turbocompresor, aunque por el momento no hay noticias al respecto.
