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El carisma de los deportivos clásicos

El carisma de los deportivos clásicos

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El carisma se tiene, o no se tiene. Los deportivos clásicos, lo tenían. El carisma no se adquiere, no se compra, no se aprende. Puedes ser alto, rubio y guapo. Puedes tener éxito y dinero. Puedes ser incluso famoso. Pero si no tienes carisma, olvídate. Nunca lo tendrás. Esto mismo, les sucede a los coches de hoy en día.

Cuando veo cómo han evolucionado los compactos deportivos de las últimas décadas, no puedo evitar hacerme la pregunta: “Ya, pero…¿tienen el mismo carisma que los anteriores? ¿Emocionan tanto como aquellos?”

Los GTIs, algo más que coches clásicos

Pertenezco a una generación que creció pegando en las carpetas del colegio letritas como GTI, GSI, GT TURBO, 16V,….Nos emocionaba sólo leerlas, y hoy en día no tienen sentido alguno. Conocíamos las versiones deportivas de estos clásicos sólo con ver sus llantas, su capó abombado o sus faros dobles. No tenían potencias desmesuradas, ni costaban el sueldo de dos años y, quizás, no eran especialmente bonitos. Pero tenían carisma.

Tengo el recuerdo nítido del primer Golf GTI II que adelantó al R-12 de mi padre camino de Santander. O el primer Alfa 75 Twin Spark que vi persiguiendo a un Kadett GSI por la A8 camino de Vitoria. Eran coches que despertaban admiración y acaparaban miradas a su paso. Emocionaban.

Hoy en día, viendo la opulencia de los compactos actuales, me pregunto si despiertan los mismos sentimientos que aquellos clásicos GTIs. Estamos asistiendo a una escalada de potencia irracional, salvo que vivas junto a Nurburgring. Un Golf R actual, casi triplica la potencia de un GTI II; un Clio RS dobla la potencia de un R5 GT Turbo y un Focus RS lleva 350 caballos cuando un RS Turbo tenía doscientos y pico caballos menos y era “lo más”. Este intento de buscar la máxima potencia en coches con un marcado carácter deportivo, no es nueva y ya en comenzó en aquella época. Un nutrido grupo de ellos, rondaban los 110 caballos (Golf GTI, Kadett – Astra GSI, R11 – R5 GT Turbo, Fiat Uno Turbo i.e., Ford Fiesta XR2i,…). Llegaron sus primos mayores con motores multiválvulas o turbos y potencias sobre los 150 caballos (Ford Escort RS Turbo, Golf GTI 16v, Kadett-Astra GSI 16v, Alfa 75 Turbo o Twin Spark, Renault Clio 16v,…). Unos pocos elegidos se aventuraron a superar esa cifra, incluso a poner tracción integral…palabras mayores.

VW Golf GTI 16v

Alguno dirá: “Hemos evolucionado a mejor”. Tengo mis dudas. Aquellos coches, estaban pensados para conducir, eran ligeros, intuitivos, vivos…tenían carisma. Ninguno de ellos superaba los 1.100 kg de peso. Eran incómodos y ruidosos. Los elevalunas eléctricos se pagaban como opción. No había ayudas a la conducción, ni falta que hacía. Eran coches fabricados con el único propósito de emocionar.

Comodidad, potencia y precios altos: la esencia del deportivo actual

Hoy en día, son moles que flirtean con los 1.500kg de peso. Pero es lógico porque han de llevar climatizador de 4 zonas, un equipo de sonido con 30 altavoces, un GPS para no perderte cada día de casa al trabajo, llantas de veintipico pulgadas y neumáticos con anchuras que ya quisieran deportivos de 400 caballos… Me alegro por él (y por la Guardia Civil) si alguien es capaz de sacar la quintaesencia a uno de estos coches en carretera abierta. Me temo que en muchos casos estas joyas (no nos equivoquemos, son auténticas joyas) se limitan a lucirse en salidas de semáforos o en autovías perfectamente asfaltadas. Un auténtico desperdicio.

Ni hablar del precio. Si, en aquella época, acceder a uno de esos deseados coches suponía un esfuerzo importante, para acceder a las versiones deportivas de hoy en día será mejor esperar a que los coches puedan hipotecarse. Mientras que el salario medio ha crecido un 20% desde 1990, el precio del tope de gama en estos vehículos se ha multiplicado por tres.

Aquellos coches tenían carisma. Eran diferentes al resto de hermanos de gama. Eran el primo de Zumosol. Podías poner alerones, llantas y pegatinas a una versión básica que jamás llegaría a ser como el original. Hoy en día tenemos que indagar y acercarnos para descubrir si estamos ante ese primo mayor, o es una versión básica con un Kit. Las propias marcas ofrecen equipamiento que hace perder la identidad a los buques insignia (Megane GT, Focus STline, Golf Rline,…). El legado del tunning

Más de 20 años después, los GTI, GSI, 16v, de aquella época… siguen teniendo ese encanto que a toda mi generación nos hace buscarlos en las páginas de vehículos de ocasión o en revistas de clásicos, quizás soñando con tener de nuevo aquel que tuvo, o aquel que nunca tuvo y tanto deseó. En mi caso, yo tuve un precioso Renault 5 GT Turbo negro que cumple a la perfección con todo lo que cuento en el artículo. Sé que antes o después uno de ellos volverá a estar en mi garaje. A buen seguro hará girar la cabeza a muchos jóvenes como yo de cuarenta y alguno. Y también alguno de las nuevas generaciones se sentiría atraído. Eso es el carisma.

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