Lamborghini ha presentado el último capítulo de la Lamborghini Avventura: una serie de viajes y roadtrips organizados por la marca italiana en la que varios de sus coches visitan los lugares más increíbles del planeta. Después de pasar por Islandia, Andalucía, los fiordos Noruegos y Transilvania, el lujoso convoy ha vuelto al país nórdico para visitar las isla Lofoten.
En esta ocasión, los designados para realizar el recorrido por el archipiélago han sido siete Lamborghini Huracán EVO. Sin duda una fantástica elección porque, ¿a quién no le gustaría pilotar un V10 de 640 cv mientras disfruta del paisaje, la naturaleza y la fauna que ofrece Noruega? No podemos más que envidiar a los afortunados que han podido disfrutar de tal experiencia.
La comitiva en cuestión inició la ruta en Harstad, para luego dirigirse a un pequeño pueblo pesquero construido al pie de un acantilado llamado Henningsvær, que es especialmente conocido por albergar uno de los campos de fútbol más bellos del mundo. El siguiente destino del viaje fue otro pueblo de pescadores, Nusfjord, que es uno de los más antiguos y mejor conservados de Noruega. Las pequeñas casas rojas construidas sobre el agua (llamadas rorbus) son todo un emblema de esta localización.
Después de Nusfjord, la Lamborghini Avventura estableció su siguiente parada en Ramberg, en la Isla de Flakstadøya, cuyas playas recuerdan a las del Caribe, ya que comparten la arena fina blanca y las aguas cristalinas. Desde este punto condujeron a lo largo de la costa hasta Svolvær, un aldea considerada como la más antigua del Círculo Polar Ártico, para de nuevo volver a Harstad y cerrar así la ruta de 630 km.
Después de ver estas imágenes, a nosotros también nos han entrado ganas de hacer un roadtrip por el norte de Europa (¿y a quién no?), aunque el nivel de la Lamborghini Avventura, con máquinas de 640 cv (600 Nm) capaces de hacer el 0 a 100 km/h en 2.9 se nos antoja un poco difícil de alcanzar. No obstante, el objetivo es disfrutar de la conducción y de los paisajes que ofrecen estos lugares, con lo que nos conformamos con cualquier vehículo de cuatro ruedas.
