¿Es mejor la tracción trasera que la delantera? Este debate es, probablemente, uno de los que más controversia genera dentro de los grupos de aficionados a los automóviles. Los hay que defienden a muerte que los sistemas de propulsión son los ideales para cualquier coche porque permiten gozar de una conducción más deportiva. Por otro lado, los hay que consideran que la tracción delantera, además de ofrecer más seguridad y confort, también presenta la posibilidad de disfrutar detrás del volante.
Este debate no es que tenga una resolución exacta y matemática, ya que existe un factor subjetivo que depende de los gustos y necesidades de cada conductor. De todas formas, vamos a comentar las características de estas dos configuraciones para intentar sacar ciertas conclusiones. Por el momento, he optado por descartar la tracción integral (que podría considerarse como la opción intermedia) para centrarme en los tracción delantera con motor transversal y los trasera con motor longitudinal.
Tracción delantera
Empezamos con el sistema más utilizado actualmente en el parque automovilístico mundial. Prácticamente todos los vehículos de cuatro ruedas que se producen en serie utilizan la tracción en las ruedas delanteras. Y las razones que han propiciado esta situación son, a priori, bastante sencillas.
En primer lugar, tenemos el hecho de que montar un sistema con tracción delantera resulta mucho más barato, debido a que la configuración requiere de menos engranajes y piezas (el motor y la transmisión están situados paralelamente, lo que resulta más «natural»). A esto hay que añadir que el mantenimiento es más sencillo de realizar, ya que la tecnología es menos complicada que la de los sistemas de propulsión.
En segundo lugar, una configuración con el eje motor en la parte frontal permite optimizar el espacio del habitáculo del vehículo, ya que no requiere de la utilización de un árbol de transmisión y del túnel que lo acompaña, un elemento que suele obligar a reducir la amplitud interior del vehículo.
Estos dos factores han propiciado que los vehículos de tracción hayan ganado cada vez más importancia para las marcas. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los compradores de automóviles buscan simplemente un vehículo con buena relación calidad/precio, que les permita ir de A a B y que sea seguro y confortable. Como el sector de la venta de coches se rige por las normas de la oferta y la demanda, lo lógico es que se adapte a las necesidades de sus consumidores.
En lo que respecta a la influencia en la conducción, los coches de tracción trasera suelen ofrecer un buen agarre por lo general y resultan más fáciles de dominar en condiciones adversas, como pueden ser la lluvia o la nieve. En principio, el subviraje resulta más sencillo de corregir que el sobreviraje en manos no expertas.
Pero esta configuración también tiene ciertas desventajas. Está, por ejemplo, el hecho de que prácticamente el 75% del peso se concentra en el eje delantero. Esto conlleva una importante descompensación, que se aleja mucho del reparto de masas «ideal» de 50% delante y detrás. Además, el peso en la parte frontal provoca un mayor desgaste en los neumáticos y los frenos delanteros, que la dirección sea más pesada y una tendencia mayor al subviraje.
Tracción trasera o propulsión
Una vez comentadas las diferentes características de la tracción delantera, pasamos a los sistemas de propulsión. Como ya he mencionado antes, prácticamente todos los automóviles actuales tienen el eje motor en la parte delantera, pero esto no fue siempre así. Antiguamente, todos los autos eran de propulsión, ya que resultaba complicado dotar de movimiento a las ruedas que se encargaban de dirigir el coche.
En general, los coches que utilizan la tracción en el tren trasero suelen ser coches de corte más deportivo. Una de las razones de esto es una cuestión meramente física: es complicado ubicar un motor muy grande como un V8 o un V10 de forma transversal en un coche de tracción delantera, por lo que se suele recurrir a la combinación motor longitudinal/tracción trasera con más frecuencia. Siempre hay excepciones, pero lo más habitual es que esta sea una de las razones.
Una características de los automóviles de propulsión es que suelen tener un reparto de pesos mejor que en los tracción delantera, debido a que los diferentes componentes mecánicos están más distribuidos a lo largo del coche. Este hecho mejora especialmente la estabilidad del vehículo, la aceleración y la tracción, lo que propicia que sea más fácil realizar una conducción deportiva. Y no olvidemos que un buen reparto de pesos permite que el desgaste de neumáticos y frenos esté más equilibrado.
La tracción trasera también presenta ciertos inconvenientes, como el hecho de que el sobreviraje tan característico de esta configuración sea más difícil de controlar en superficies deslizantes, lo que propicia que el coche trompee. Además, el mejor reparto de pesos tiene también como consecuencia un aumento del peso total del coche, ya que los componentes de la transmisión que permiten que las ruedas traseras giren no son demasiado ligeros.
Después de presentar las diferentes características de estos dos sistemas, llegamos a la pregunta del millón: ¿cuál es mejor? La respuesta seguramente os sepa a poco, ya que resulta obvia. Y es que la decisión, como he comentado antes, de decantarse por una u otra depende bastante de los gustos y necesidades de cada uno. Ahora bien, si lo que buscas es divertirte al volante de tu bólido y disfrutar de un rendimiento más deportivo, es cierto que lo más habitual es hacerse con un propulsión. Pero, hoy en día esto ya no es así, porque en el mercado puedes encontrar coches como el Honda Civic Type R, que registró un tiempo de 7 minutos 43 segundos en Nurburgring impulsado «solamente» por sus ruedas delanteras. A ver quién dice que eso no es un coche deportivo.
Mi recomendación final es que antes de decidirte por un tipo u otro de tracción evalúes qué comportamiento esperas de tu coche. El espacio ya no es un factor tan determinante (BMW hace utilitarios muy espaciosos que van a propulsión) y en lo que respecta a la seguridad… Cualquier persona que haya conducido un trasera en los últimos años te dirá que le da respeto conducir uno de tracción delantera porque su comportamiento le resulta extraño, así que eso también es subjetivo. Por tanto, a no ser que necesites un vehículo específico para hacer drift, te aconsejo que pruebes coches con los dos sistemas y que elijas el que más te guste.
¿Y tú, eres más de tracción delantera o trasera? ¡Déjanos tu comentario!
