6 Underground –la nueva película de Michael Bay protagonizada por Ryan Reynolds– no es una película que podríamos calificar como «buena». Los diálogos son flojos, la trama se sustenta a dura penas, está plagada de gazapos y tiene escenas excesivamente inverosímiles. Es una de las películas con mayor presupuesto de la era Netflix, pero da la sensación de que Bay ha gastado casi la totalidad de los 150 millones que tenía a su disposición en destrozar coches y explosiones (un poco al estilo de las últimas películas de Fast and Furious). Pero no todo son desgracias en este filme.
Como muchos de los trabajos del director californiano –véase la saga transformers–, Six Underground tiene una notable presencia de coches deportivos, que por lo menos le dan algo de interés. Las escenas de persecuciones son bastante llamativas y espectaculares, sobre todo la que tienen como protagonista a un Alfa Romeo Giulia QV –pintado en un discreto verde lima– con freno de mano hidráulico conducido por Dave Franco (al menos han llegado a la conclusión de que el freno de mano de «botoncito» que lleva el Giulia de serie no daba para derrapar de esa manera). Pero los coches interesantes no terminan ahí, porque a lo largo de la película podemos ver un Subaru WRX STI Naranja, un Maserati Quattroporte, un BMW M5 E60, un Audi TT y hasta un Ferrari 458 Speciale. Y, además, los sonidos no están falseados. Bien por Bay.
Otro punto positivo es que la estrella de la Formula Drift, Freederic Asbo, fue el responsable de grabar las acciones de conducción de la película. Queda patente por qué el Alfa se pasa los casi veinte minutos que dura la persecución totalmente de lado, aunque hay que decir que hay momentos muy exagerados que no eran necesarios. Evitarlos hubiese dado algo más de consistencia a la persecución. Pero oye, no vamos a quejarnos por ver una berlina verde dar gas a fondo durante un rato, ¿no?
La conclusión es que 6 Underground es una de esas películas preparada para que te quedes embobado durante dos horas y que tu cerebro desconecte totalmente. En algunos momentos te entrarán ganas apagar el ordenador, porque llega a puntos ridículos, pero merece la pena echarle un vistazo al menos por ver los coches. Si te interesa, ya está disponible en Netflix.
