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¿Cómo funciona una dirección asistida eléctrica?

¿Cómo funciona una dirección asistida eléctrica?

¿Cómo funciona una dirección asistida eléctrica?

Aunque hoy en día damos por sentado que los coches nuevos llevan direcciones asistidas, hubo una época en la que girar el volante era un ejercicio perfecto para desarrollar los bíceps. Por suerte o por desgracia, esos tiempos quedaron atrás y la mecánica ha ido evolucionando hasta llegar al sistema del que vamos a hablar hoy: la dirección asistida eléctrica.

El origen de la dirección asistida

Dirección asistida

A pesar de que parece un invento relativamente moderno, la primera vez que se habló de la dirección asistida fue a finales del siglo XIX. Sí, has leído bien, data de la época de las diligencias, los caballos y los vaqueros. Al parecer, hubo varias personas que patentaron diferentes sistemas asociados a la dirección que pretendían facilitar el proceso de girar el volante. Pero estas nunca llegaron a buen puerto, porque las patentes quedaron en el limbo y no llegaron a producirse los inventos.

La primera dirección asistida no llegó de forma oficial hasta los años veinte del siglo pasado, cuando un ingeniero de camiones de Pierce-Arrow (Francis W. Davis) comenzó a explorar posibilidades para facilitar el procedimiento de girar el volante. En 1926 inventó el primer sistema práctico de dirección asistida para camiones, lo que valió su fichaje por parte de General Motors. Aquí estuvo trabajando y afinando su dirección asistida hidráulica, que nunca llegó a producirse porque la compañía estadounidense consideró que su fabricación en masa iba a ser muy costosa.

En 1936, Bendix llegó a una acuerdo con Davis para instalar su nuevo sistema en sus vehículos, pero no tuvo mucho éxito y se vendieron muy pocos coches con este tipo de dirección. Pero entonces, llegó la Segunda Guerra Mundial y con ella la explosión de la dirección asistida. Si alguna vez has conducido un coche con dirección directa, habrás comprobado que girar no es algo fácil que se diga. Vale, pues ahora imagina mover un tanque o un camión lleno que pesa varias toneladas. Desplazarlo a pulso tenía que ser prácticamente imposible y, por esta razón, Bendix instaló su dirección asistida en más de 10 000 vehículos militares Británicos y de Estados Unidos.

La dirección asistida hidráulica

Dirección asistida electrohidráulica
Dirección Asistida Electrohidráulica

Una vez terminada la guerra, Chrysler decidió implantar esta nueva tecnología en sus coches, y en 1951 lanzó el primer automóvil disponible para el público con dirección asistida: el Chrysler Imperial. Al sistema, que estaba basado en el de Davis, se le puso el nombre Hydraguide. Poco después, la idea se generalizó y se convirtió en un verdadero éxito. Antes de finalizar la década, una cuarta parte de los coches americanos utilizaba ya ayudas para al dirección.

Es interesante comentar que esta asistencia era de tipo hidráulico, es decir, que Chrysler utilizó una dirección hidráulica en sus coches. Era un sistema que, a grandes rasgos, multiplicaba la fuerza aplicada a la dirección gracias a la presión hidráulica procedente de una bomba de alta presión. La bomba utiliza el movimiento del propio motor, por lo que está conectada a la distribución a través de una correa. Esto tiene una serie de inconvenientes, como un aumento del consumo por la resistencia que ejerce la bomba en el motor o que las posibilidades de modificar los parámetros de la dirección son muy reducidos, porque dependen de las viscosidad el fluido, que no es fácil de cambiar.

A raíz de esto surgieron las asistencias electrohidráulicas, que sustituyen la bomba conectada al motor por un motor eléctrico que acciona el sistema hidráulico. Con este mecanismo, la bomba funciona sólo cuando hace falta, por lo que se eliminan los problemas de consumo y de reducción de eficiencia que hemos mencionado en el párrafo anterior.

La dirección asistida eléctrica y su funcionamiento

Dirección asistida eléctrica

Después de esta introducción, toca hablar al fin de la dirección asistida eléctrica (EPS o EPAS) y de su funcionamiento. Parecía el paso lógico después de las electrohidráulicas, teniendo en cuenta la velocidad a la que se están desarrollando los motores eléctricos. Aquí ya no hay bombas ni líquidos.

En este caso, la dirección funciona de la siguiente manera: unos sensores detectan la posición de la columna de dirección, la velocidad del coche y de giro y recopilan datos. La información se transmite a un módulo de control que indica al motor eléctrico que tiene que aplicar par de asistencia. De esta manera, el mecanismo de dirección se adapta en función de las condiciones de conducción y de la fuerza ejercida por el conductor.

Cuando la centralita recibe la información proveniente de los sensores, envía una corriente eléctrica al motor para que este se accione. Esto provoca que el motor eléctrico se mueva y accione un mecanismo, moviendo al mismo tiempo la cremallera de dirección. De igual manera, el motor eléctrico actúa una vez realizado el giro para llevar de nuevo las ruedas a su posición inicial, después de que la centralita haya calculado el par de retorno en función del ángulo de giro o de unos parámetros establecidos.

Partes de una dirección eléctrica

Existen diferentes tipos de direcciones asistidas eléctricas en función del punto del mecanismo en el que se aplica la asistencia. En primer lugar están las column drive, que corresponden a las direcciones en las que la aayuda se ejerce sobre la columna de dirección. Este es el más habitual hoy en día y el más barato de instalar, ya que se incorpora sobre la parte de la columna que va en el habitáculo.

En segundo lugar, están las asistencias conocidas como pinion drive. Aquí el motor eléctrico se sitúa sobre el piñón de dirección para evitar que el par se ejerza sobre al columna y así no tener que reforzarla –reduciendo así el peso del mecanismo–. Por último, están la direcciones eléctricas conocidas como rack drive, que tienen ubicado el motor eléctrico justo en la cremallera.

La dirección asistida eléctrica tiene una ventaja frente al resto y es que es mucho más eficiente y no favorece que se consuma más combustible. Al no haber una bomba hidráulica accionada por una correa que funciona constantemente no se genera resistencia alguna, y por tanto el motor no tiene que hacer más «esfuerzo» para que la dirección funcione. Esta es una de las principales razones por las que se optó por introducir las asistencias eléctricas.

Alpine A110s con dirección electroasistida
Coches como el Alpine A110s llevan direcciones asistidas eléctricas

Pero también tiene puntos negativos. Uno de los principales está asociado a la conducción y es posible que sea algo muy significativo para los más puristas. Como la dirección está accionada en parte por un sistema eléctrico, es muy difícil obtener información de la carretera a través del volante, debido a la menor cantidad de elementos mecánicos, algo que reduce mucho las sensaciones.

De todos modos, las marcas de deportivos están haciendo grandes esfuerzos por mejorar sus direcciones electroasistidas añadiendo diversos sensores con el objetivo de mejorar las sensaciones. Esperemos que así sea y que, teniendo en cuenta que estos sistemas permanecerán en el futuro, podamos disfrutar de las sensaciones de una buena dirección.

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