Seguro que en alguna ocasión has oído hablar de un elemento que se encuentra en el sistema de escape del coche llamado catalizador o convertido catalítico. Si te suena pero no lo tienes ubicado, basta con que te agaches para ver los bajos de tu coche y te fijes en la línea de escape. Más a menos por la mitad se puede apreciar que hay una especie de caja metálica unida a los tubos. Pues eso es el catalizador. Y ya está, hasta aquí el artículo. Es broma, seguro que quieres saber cómo funciona. Vamos con ello.
Qué es el catalizador
A grandes rasgos, el catalizador de un coche es una pieza del sistema de escape que está diseñado para reducir las emisiones contaminantes que provienen del motor. Como muchos sabréis, la gasolina que todos utilizamos para que nuestros coches funcionen está compuesta de hidrocarburos. Durante el proceso de combustión, los átomos de hidrógeno y de carbono de la gasolina reaccionan con el oxígeno que entra en el cilindro y esto produce una serie de gases. Si la combustión fuese perfecta, de la reacción únicamente saldría dióxido de carbono (CO2) y agua (H20), pero en los motores de combustión, esto no es realmente así.
El problema que se presenta en los motores de hoy en día es que algunas de las reacciones que tienen lugar cuando se quema la gasolina son incompletas. Esto provoca que se produzcan moléculas que normalmente no deberían producirse. Es el caso, por ejemplo, del monóxido de carbono y de los NOx (combinaciones de nitrógeno y oxígeno), que son gases muy nocivos tanto para la salud como para el medio ambiente. Además, si una parte de la gasolina no se quema, los hidrocarburos dañinos también salen por el escape, lo que tampoco es especialmente beneficioso. Y aquí es donde entra nuestro protagonista.
Los convertidores catalíticos están especialmente diseñados para reducir todas estas emisiones. Para ello, utilizan catalizadores (de ahí el nombre). ¿Y qué es un catalizador? Bueno pues esto era un tema de química del colegio, así que vamos a repasarlo. Es algo que permite acelerar una reacción química o que simplemente favorece que esta se dé. En el caso del convertidor catalítico de un coche, se utilizan elementos que reaccionan con los gases que hemos mencionado antes, con el objetivo de transformarlos en otras sustancias menos nocivas. Aquí se recurre a metales como el platino, el paladio y el rodio para la reacción. Por cierto, son carísimos (los precios por gramo oscilan entre los $35 del Platino y los $280 del Rodio).
Cómo funciona un catalizador
En el proceso de la catálisis, se dan varios fenómenos. El primero es la reducción catalítica, en la que el platino y el rodio reaccionan con los óxidos de nitrógeno (NOx) para formar N2 y agua. Después tenemos la oxidación, fase en la que el platino y el paladio utilizan los átomos de oxígeno que se encuentran en el tubo de escape de dos maneras. Primero, favorecen que estos se unan a las moléculas de monóxido de carbono para crear CO2 y, en segundo lugar, van oxidar cualquier hidrocarburo que no se haya quemado durante la combustión para formar moléculas de agua. A estos catalizadores se les conoce como de Triple Vía.
Algunos coches tienen dos catalizadores: uno justo después del colector de escape y otro más a menos en la mitad de la línea. El primero, al estar más cerca del motor, se calienta antes y más, lo que favorece las reacciones que ya hemos mencionado. Los convertidores catalíticos suelen trabajar también con las sondas lambda o sensores de oxígeno. En muchas ocasiones hay una antes y otra después y se encargan de medir, por un lado, si hay suficiente oxígeno en la combustión y, por otro, si está saliendo suficiente oxígeno del catalizador, con el objetivo de poder ajustar los parámetros de la ECU.
¿Puede el convertidor catalítico reducir la potencia de tu coche?
Es posible que alguna vez hayas escuchado algo relacionado con que el catalizador de un coche puede reducir la potencia de este. Por esta razón (y por temas de sonido), hay quien decide vaciarlo o que incluso lo elimina directamente pensando que esto mejorará el flujo de aire. La verdad que es una práctica muy fea y no muy eficiente, porque existen otras maneras de mejorar el rendimiento del coche a través del escape, como ya os explicamos aquí. Al final, si vaciamos un catalizador, el flujo de aire llegará a una cámara hueca, reduciendo así su velocidad. Los catalizadores de hoy en día están muy optimizados para no penalizar este flujo y, de hecho, las pequeños tubos de su interior favorecen que el aire fluya más rápido.
La conclusión es que los catalizadores son necesarios y funcionan y por tanto, eliminarlos no es la mejor idea del mundo. Hay convertidores catalíticos de alto rendimiento que pueden mejor las prestaciones de tu coche y no existe ninguna razón para eliminar uno de los componentes más importantes de la historia de al automoción, más si tenemos en cuenta el panorama que estamos viviendo hoy en día.
