A pesar de llevar más de una década sin albergar una carrera de Fórmula 1, el Circuito de Imola (o Autodromo Enzo e Dino Ferari), sigue siendo un trazado mítico donde los haya. Es probable que, desgraciadamente, gran parte de su fama venga por haber visto algunos de los accidentes más sonados de la historia, pero eso no quita que sea un circuito que hay que conocer, así que allá vamos.
Historia del Circuito de Imola
Circuito de Imola nace después de la Segunda Guerra mundial, en 1950, fruto de una iniciativa llevada a cabo por la ciudad que da nombre al circuito, que tenía como objetivo mejorar la economía de la zona. La propuesta inicial era crear un recorrido que combinase las diferentes carreteras públicas que existía en aquel momento, con la idea de que los constructores locales pudiesen también probar sus nuevos modelos. Si eres fan de los deportivos italianos, seguramente sabrás que marcas como Ferrari, Lamborghini o Maserati tienen su sede en la región de la Emilia Romaña, lugar en el que se encuentra la localidad de Imola.
Después de que Enzo Ferrari probase algunos de sus coches en el nuevo trazado, en 1953 empezaron a disputarse la primeras carreras de motos y coches. Diez años más tarde, el circuito acogió por primera vez una carrera de Fórmula 1 –en la que ganó Jim Clark a bordo de un Lotus– aunque en aquel momento la prueba no puntuaba para el campeonato del mundo. Fue entonces cuando se decidió remodelar el circuito, con el objetivo de que pudiese acoger en algún momento una carrera de F1. Mientras tanto, coches del WEC, de la Fórmula 2 europea e innumerables motos pasaron por su asfalto entre 1965 y 1977.
Después de la remodelación de 1973 (en la que se incorporaron las chicanes Acque Minerali, la Variante alta, la Variante Bassa y el Traguardo), Imola vuelve ser testigo de una carrera de Formula 1 pero, de nuevo, esta no era una prueba puntuable del campeonato. No fue hasta un año después cuando el trazado entró de forma oficial en el Gran Circo, dentro del cual se mantuvo a lo largo de 25 años –al principio era la sede del Gran Premio de Italia, pero luego pasó a ser del GP de San Marino, debido a una normativa que impedía que hubiese dos Grandes Premios dentro de un mismo país–. El primer campeón oficial del nuevo circuito fue nada más y nada menos que Nelson Piquet, que corría para Brabham.
Gran Premio de San Marino de 1994
El año 1994 fue trágico para el Autódromo Enzo e Dino Ferrari. Los pilotos Ayrton Senna y Roland Ratzenberger perdieron la vida de forma trágica durante el fin de semana en el que se disputaba el GP, siendo probablemente el del primero uno de los momentos más trágicos de la historia de la Fórmula 1. A estos dos accidentes también se sumó el de Rubens Barrichello, que se pasó varias semanas alejado de las carrerras debido a un fuerte choque.
A raíz de estos acontecimientos, se optó por remodelar el circuito y se incorporaron cambios en tres zonas. Se añadió una chicane antes de la curva Tamburello (la de Senna) para que los pilotos tuvieran que reducir la velocidad y se convirtió la curva Gilles Villeneuve (la de Ratzenberger) también en chicane. El último punto que sufrió cambios fue la variante Bassa, que pasó de tener dos chicanes a una –chicanes everywhere–, para ganar espacio y facilitar las escapatorias.
En 2006, después de que la dirección de la F1 recibiese muchas quejas por parte de varios constructores por las condiciones del circuito, se llegó a la conclusión de que no merecía la pena que Imola permaneciese en el calendario y no se renovó el contrato a final de temporada. No obstante, la remodelación del recorrido continuó en años posteriores y en 2007 se eliminó la Variante Bassa para sustituirla por una recta, con la esperanza de que la Formula 1 volviese algún día.
Los promotores del Autódromo Enzo y Dino Ferrari plantearon recientemente la posibilidad de que el mítico circuito volviese al Gran Circo, aprovechando que el contrato de Monza expiraba y que las negociaciones no parecían avanzar. Finalmente, Monza renovó por tres temporadas y el Circuito de Imola se quedó a las puertas de un retorno histórico.
