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Prueba Lotus Evora GT410 Sport: El mundo necesita más coches como este

Prueba Lotus Evora GT410 Sport: El mundo necesita más coches como este

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Llevaba mucho tiempo esperando este día. La verdad que no sé ni cuanto. Hace ya muchos meses que hablé con mis compañeros de Lotus Carwagen de la posibilidad de probar el Lotus Evora GT410 Sport que tenían en la exposición. Pero ya sabéis cómo va esto, entre una cosa y otra el proceso se alargó más de la cuenta –en gran medida debido a mi reciente desplazamiento a Madrid–. Sea como fuere, la cuestión es que llegó el momento de materializar esa pequeña gran ilusión que llevaba acumulando desde hace tiempo.

Me levanté, junto con el resto del equipo, a las 7:30 de la mañana con la idea de estar puntuales en la puerta del concesionario. Lo primero que hice es mirar al cielo: la previsión era de lluvia para ese día, pero a primera vista la bóveda celeste parecía no tener ganas de aguarnos la fiesta –igual me estoy pasando de graciosete–. El suelo estaba mojado, pero nada grave, así que con mucha ilusión nos dirigimos al concesionario. Y nada más llegar, empieza el rock & roll. ¿Habéis oído la expresión llover a mares no? Pues esto iba más allá.

Lotus Evora GT410-GASCOMMUNITY

Igual no veis por qué os estoy hablando de esto, pero tiene más importancia de la que parece: el Lotus Evora GT410 lleva de serie unos Michelin Pilot Sport Cup 2. La traducción es «neumáticos de circuito para calle», lo que quiere decir que en seco y en caliente son como lapas, pero en frío y en mojado es como deslizarse sobre aceite. Y lo peor es que iba a ser imposible que cogiesen calor porque hacía 5º C en la calle y la capa de agua era considerable. Así que tocó esperar a que mejorase el tiempo.

Después de un rato de espera, y aunque la lluvia no terminó de parar, Iñaki (responsable del Lotus Evora y del concesionario) nos dijo que podíamos salir con el Evora, así que nos pusimos rumbo a la carretera donde íbamos a probarlo. Durante este tiempo, fue explicándome algunas cosas del coche y, sobre todo, avisándome de lo que suponía conducir el Evora GT410 Sport con esa cantidad de lluvia. Os aseguro que solo con pisar el acelerador en recta el coche se cruzaba. Tengo que admitir que parecía divertido, pero también que el respeto era máximo, teniendo en cuenta que es un coche con un precio de 130 000 € y que más me valía devolverlo tal cual estaba.

Lotus Evora-GASCOMMUNITY

Una vez llegados a la carretera, y después de grabar algunas tomas del coche con la ayuda de nuestro compañero de Lotus, llega el momento esperado: el de sentarme en el asiento del conductor. La posición de conducción es perfecta, vas a ras de suelo y estirado. El baquet es mucho más cómodo de lo que imaginas cuando lo ves (ya lo había comprobado en el asiento del pasajero) y el tacto de la tapicería de alcantara es espectacular. Desde dentro se ve que es un coche que está pensado para conducir: nada de florituras en el salpicadero, solo hay un volante especialmente pequeño con el logo de lotus brillando en el centro, un freno de mano y una tímida pantalla. Mi interés por utilizarla tiende a cero.

Piso freno y pulso el botón start que, para mi sorpresa, está en el lado izquierdo del volante. Un segundo de silencio. Y después, la quinta sinfonía de Beethoven. Joder, como suena el cacharro. Es un rugido de esos que enamoran, que nunca te cansas de escuchar y que, además, mejora a medida que la aguja se acerca a las 7.000 rpm. Pero, si por lo que sea, acabas harto del ruido –me parece complicado– puedes cerrar la válvula del escape pulsando un botón, reduciendo así razonablemente la cantidad de notas que salen del motor. Yo, obviamente, la dejo abierta.

Evora GT 410 Sport Interior manual
Interior del Evora GT410 Sport con cambio manual

Y ahora llega lo bueno. Presiono la D de drive –sí, desgraciadamente tengo ante mí la versión automática–, meto primera accionando ligeramente una leva de tamaño razonable y piso el acelerador. La respuesta es instantánea y el empuje, brutal. Rápidamente entiendo lo que me habían comentado antes, ya que me da la impresión de que, si me paso mucho con el gas, el coche va hacer lo que le dé la gana. Siento que el Lotus va como flotando, pero en este caso no es algo positivo. Además, me he fijado en hay ciertos puntos de la carretera que están llenos de hojas por el viento, lo que añade algo más de picante al asunto.

Después de una recta larga, llega la primera curva. Freno y el coche se clava donde yo le digo –gracias AP Racing–, giro un poco el volante y tomo la curva. ¡Qué locura de dirección y de sensaciones! El Evora va plano totalmente, los pesos están bien repartidos y es fácil pasar por donde tu quieres exactamente. Sí que noto que, como la gran mayoría de coches con motor central y tracción trasera, no solo se conduce con el volante, sino que también con el pie derecho. Los que hayáis probado algún coche de estas características me entenderéis. Por desgracia, no puedo pasar por las curvas a una velocidad que me permita sacarle algo más de partido al coche. Maldita lluvia.

Lotus Evora GT410 Sport-GASCOMMUNITY

La experiencia es especialmente envolvente y en todo momento soy consciente de que llevo un V6 de 410 cv atmosférico detrás de la nuca –el sonido de la admisión no hace más que recordármelo–. Una caja manual probablemente pondría la guinda del pastel, pero la automática va muy bien, es muy instantánea y los cambios de marcha vienen acompañados por bonitos petardeos del escape. Es un coche rápido, de eso no hay duda.

Pero hay algo que me perturba: no entiendo bien dónde se posiciona el coche. A ver si me explico. Lotus es conocida por ofrecer las sensaciones más puras en cuanto a conducción se refiere, recurriendo a la reducción de peso, a una dirección de otro planeta y un cambio de marchas «de la vieja escuela». La austeridad es también una de sus señas de identidad. Pero el Lotus Evora GT410 no es esto. Está entre un Exige y un Gran Turismo de una marca de lujo. Quiere ser un kart, pero también quiere ser «práctico» y cómodo–la opción 2+2 no acabo de verla clara–, y al final no es ninguna de las dos. Podría decirse que es una versión V6 británica aligerada de un Porsche 911. Y por ese precio, quizá tendría dudas de cuál elegir (y eso aún siendo un fan incondicional de la marca de Norfolk). La experiencia de conducción probablemente no será la misma en el segundo caso, pero te da más por el otro lado.

Lotus Evora precio

A pesar de que las condiciones no eran las mejores y de que no pude disfrutar el coche tanto como me hubiera gustado, tengo que decir que el Lotus Evora me ha fascinado (eso sí, si lo compras, lo primero que tienes que hacer es cambiar los neumáticos). No es el Lotus más puro del mundo, pero tenemos que agradecer a la marca británica que siga fabricando estos coches. Solo espero que, aunque la compañía evolucione con el objetivo de ser rentable, no se olvide nunca de su esencia y siga regalándonos estas perlas a los amantes del motor. El mundo lo necesita.

Os dejo aquí el vídeo resultado de este gran día. Espero que lo disfrutéis.

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